LOS DISLATES DEL PP


La mayoría obtenida por el PP en la Diputación y en el Ayuntamiento de
la capital no le habilita para la insumisión política y legal, y aún menos si
lo hace con la esperanza puesta en su hipotética victoria electoral en las
autonómicas y generales.

La relación de recientes despropósitos es larga y por motivos de
limitación del espacio de que dispongo relacionaré sólo algunos de los
más llamativos.

El Ayuntamiento de Granada ha archivado el expediente de Santa Adela
del que sólo se han ejecutado una pequeña parte de las intervenciones,
ante las alegaciones de los vecinos, ¡eso os pasa por protestar!,
condenando a más de quinientas familias a seguir en viviendas en
estado ruinoso y sin mediar palabra le ha “largado” el asunto a la Junta
de Andalucía. También en el Zaidín se anuncia la desaparición de la
Biblioteca de la Plaza de las Palomas para dedicar ese espacio al ensayo
de grupos folclóricos ¡cambiar libros por bailes regionales!, con la
consecuencia de eliminar un recurso cultural de primer nivel que se usa y
es referencia de la vida cultural del barrio desde hace más de veinte años.

De lo más inquietante ha resultado la respuesta del Ayuntamiento ante
las reparaciones que han sido requeridas por la Junta de Andalucía a la
propuesta municipal del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del
Albaicín-Sacromonte, declarándose objetores del cumplimiento de la ley.
La actitud del PP en el Ayuntamiento negándose a cumplir su obligación
de acatar la ley ateniéndose al dictamen de la Junta de Andalucía que es
quien tiene competencias en la tutela del patrimonio cultural, muestra
una soberbia rayana en la pataleta, aunque lo que importe es el gran
perjuicio que causa la dejadez y el abandono de su responsabilidad al
presente y el futuro de la ciudad. A lo mejor están esperando ganar las
elecciones andaluzas para acatar la legalidad vigente y dejar de boicotear
los proyectos que no consideran suyos tal como han hecho ahora con el
Consorcio de Bomberos y el Patronato Provincial de Turismo a los que han
vuelto al gobernar en la Diputación.

La reiterada retirada de la placa conmemorativa de los fusilamientos en

la tapia del cementerio de San José es otra muestra de intolerancia y
desprecio hacia quienes no son ni piensan como ellos, negándoles que
honren a sus muertos , nuestros muertos, como desean. Esperamos será
la última vez que la puedan quitar, en breve se aprobará el mapa de los
lugares de la memoria de Andalucía y el lugar quedará definitivamente
protegido.

Hoy mismo hemos conocido otro disparate, el PP de la austeridad se
nos ha descolgado con la propuesta de un estadio nuevo que costará a
Granada entre treinta y cuarenta millones de euros sin decir como los
vamos a pagar. ¿Y las deudas municipales?

Este comportamiento no es propio de quien debe y dice querer gobernar
para todos y revela además una irresponsabilidad política que no ayuda al
interés general ni en las formas ni en los contenidos.