miércoles, 30 de marzo de 2011

ESTÉTICA Y ÉTICA

A propósito de la inauguración de la reciente remodelación de la calle Ganivet les quisiera decir lisa y llanamente que a mí no me gusta, les diré más tampoco me gustan la Gran Vía , la Constitución con sus estatuas cabezonas ni las fuentes de marmóleas granadas gigantes que asoman por doquier, pero asómbrense y sepan que hay muchas personas como yo a las que tampoco les gusta. No nos gusta esta estética ampulosa, ramplona , ostentosa y cateta que invade nuestra ciudad y menos aún nos gusta esta imposición de lo “bonico” que no es más , en el mejor de los casos, que un remedo de estampa decimonónica. Dirán ustedes que quién soy yo para exponer mis gustos sobre lo bonito o lo feo referidos al espacio público, a los lugares de lo común , y es verdad que no soy nadie, bueno sí, soy una ciudadana que tiene derecho a opinar sobre lo que le pertenece por colectivo, que se rebela contra esta imposición estética que se hace desde el Ayuntamiento de Granada. Pero sobre todo, me rebelo por cómo se hace, con la misma soberbia de su ignorancia estética de nuevos ricos que nos llenan de chismes plazas y calles, utilizan la certeza de que lo que a ellos les gusta es la definición, el canon de belleza del granadinismo contemporáneo, hasta parecen sentirse depositarios del “gusto” de los granadinos.
Deben saber que aunque se sepan salvadores de las esencias estéticas granadinas somos muchos y muchas los que no nos identificamos con “su” estética, que esa no es la estética, porque “su” estética no es universal.
He recordado lo que decía Wittgenstein en el Tractatus “la ética y la estética son una sola cosa” y por eso quizás no he podido evitar pensar en los valores que inspiran a los portadores de esta estética. Hoy mismo se ha publicado que en el reparto territorial de las inversiones públicas del ayuntamiento de Granada los distritos Norte y Chana son los que menor inversión han recibido, en contraposición a los que más: Beiro, Ronda y Centro.
Seguramente no por casualidad me ha venido a la cabeza una cita de Adam Smith leída en el libro “Algo va mal” de Tony Judt “Esta disposición a admirar, y casi a idolatrar, a los ricos y poderosos, y a despreciar o, como mínimo, ignorar a las personas pobres y de condición humilde es la principal y más extendida causa de corrupción de nuestros sentimientos morales”.
Granada necesita ser gobernada desde el rigor y la austeridad tratando de equilibrar los territorios y ofreciendo oportunidades a todos y todas, para ello es indispensable colaborar y ponerse de acuerdo con otras administraciones. También es imprescindible devolver el sentido a los espacios públicos como lugar simbólico del poder soberano del pueblo y protegerlos de atentados estéticos que invaden nuestra ciudad. Bastaría con que estuvieran más vacíos, menos ocupados por artefactos y actividades que esconden intereses privados en detrimento del interés general.

miércoles, 23 de marzo de 2011

TIENE QUE VER

A propósito de un debate sobre los dos crímenes por violencia de género que se han producido en nuestro país en menos de veinticuatro horas, esta mañana en un programa radiofónico escuché a Josep Ramoneda decir que el informe del Consejo de Estado (recientemente hecho público) favorable a que se prohíban los anuncios de prostitución “tiene que ver” con los asesinatos machistas con el contundente argumento de que lo que se puede comprar se puede destruir.
Tengo que confesar que dentro de la impotencia e indignación que nos producen estas dolorosas muertes me sentí reconfortada al escuchar este razonamiento, pensé que algo estamos avanzando, que el primer escalón para recorrer el empinado camino de la erradicación de la violencia de género es comprender lo que venimos diciendo las organizaciones de mujeres desde hace ya mucho años, que la causa de la violencia de género son las relaciones de dominación a las que algunos hombres pretenden someter a las mujeres, ese comportamiento desgraciadamente demasiado asentado aún en las formas de relación y en la concepción que tenemos de las relaciones entre los hombres y mujeres.
Pero como sociedad también hacemos cosas que tienen que ver, seguramente cualquiera rechaza la violencia directa, física de un hombre a su pareja, pero casi cada día tenemos que escuchar razones o explicaciones justificativos de comportamientos y actitudes que son violencia de género, difusa o implícita si cabe, pero que son demostrativas de la falta de respeto, de la consideración de objeto, de la falta de dignidad en el tratamiento de las mujeres, a veces utilizando la imagen estereotipada, otras veces utilizando el cuerpo de las mujeres como reclamo publicitario y otros muchos repugnantes negocios que comercian con las niñas y ,también los niños, y las mujeres para la pornografía o la explotación sexual.
En materia de prevención es mucho lo que hay que hacer, porque una educación igualitaria que incorpora la igualdad como un valor fundamental de la convivencia es imprescindible para combatir la violencia de género, pero también lo es que las mujeres estén en el mercado de trabajo en condiciones de igualdad, la eliminación de la discriminación salarial existente , la incorporación a la toma de decisiones en las instituciones públicas y privadas, la corresponsabilidad en las tareas de cuidado, objetivos que pretende la Ley de Igualdad.
Es verdad nunca se dice lo bastante claro que los únicos responsables de estas terribles muertes son los asesinos y que tenemos una Ley Integral contra la Violencia de Género contundente que condena esos delitos, que dispone de jueces y policías para las víctimas, que desarrolla todo un sistema de protección.
Sin embargo las leyes no son suficientes, tan complejo es el fenómeno de la violencia de género, tan persistente, como a veces difuso es el machismo que hasta renueva su discurso (hablamos ya de neomachismos) que mucho de nuestras vidas tiene que ver con esos crímenes. Por eso a veces, cada vez menos, aparece un vecindario que intenta explicar lo que es inexplicable, medios de comunicación que difunden las inexplicables explicaciones.

EL COMERCIO EN GRANADA

Tengo una amiga que tiene una tienda y frecuentemente denuncia el cierre de comercios en el centro de la ciudad. Lo más rápido y fácil es culpar a la crisis de ello como de otros tantos problemas. Algunos tienen su causa en ella, pero muchos otros males que nos aquejan, estando o no relacionados con la consabida crisis, tienen su origen en otros factores.
Dicen los expertos, tanto económicos como sociales, que las crisis son también momentos de crecimiento, de oportunidades y, por eso, sabemos que después de travesías complicadas, se sale siempre fortalecidos.
El sector del comercio es muy importante en nuestra ciudad, tiene una gran tradición y ha sido históricamente garantía de calidad, en él trabajan más de 20.000 personas en 6.200 negocios que son una parte muy importante del tejido empresarial de nuestra ciudad.
El “todo va bien” que pregona el Ayuntamiento de Granada hace aguas cuando analizas la realidad del comercio en nuestra ciudad y en ello influyen algunos factores ajenos a la coyuntura económica actual: un centro histórico abandonado, sí, abandonado más allá de Gran Vía, Constitución y ahora Ganivet, ó ¿no es centro la Plaza de los Lobos, Santa Paula o Elvira?;el deterioro del patrimonio arquitectónico (ruinas , pintadas, solares abandonados, suciedad) y el escaso cuidado por los bienes patrimoniales; un elevado número de viviendas vacías ; un auténtico calvario administrativo para conseguir una licencia de obras o de actividad; excesiva rigidez en las condiciones de movilidad que produce problemas de accesibilidad y abastecimiento; una fiscalidad injusta; una ciudad en que el asunto de las pintadas y la suciedad de sus edificios comienzan a ser intolerables; un restrictivo uso de los espacios públicos no sólo por la aplicación exclusivamente represora de la ordenanza de convivencia, sino por el exceso de mobiliario urbano (en permanente amenaza de aumentar).
La actividad del comercio en Granada es sin duda una de las fortalezas de nuestra economía que hay que reforzar modernizando y mejorando su atractivo, buscando las sinergias necesarias con el turismo y con otros sectores como el de congresos, potenciando su referencia metropolitana y reforzando esta actividad por su capacidad de hacer ciudad, de mantener vivos tanto el centro histórico como los barrios de Granada.
Mantener y mejorar la oferta comercial de Granada es tarea del sector pero la función del ayuntamiento es favorecer cuantas acciones sean necesarias facilitando su desarrollo y no dejándolo abandonado.
Son tiempos de dificultad y por eso de escuchar, de participación del sector, de cooperación y colaboración entre administraciones, de innovación y diversificación, de proponer medidas de apoyo.
El comercio de Granada necesita el impulso de su ayuntamiento del que dependen algunas medidas que son muy necesarias como agilidad en los trámites, una modificación del callejero fiscal para reequilibrar el pago de impuestos, exenciones temporales para los nuevos negocios que permitan la revitalización del sector, asistencia técnica, trabajo en red y muchas otras acciones para seguir siendo un referente con atractivo y de calidad.

DIAS DE MUJERES

Amanece este ocho de Marzo con el asesinato de otra mujer a manos de su marido, la víctima número catorce de este año.
Con el ánimo sobrecogido por el dolor y la impotencia recuerdo que ayer en una entrevista radiofónica me preguntaron si todavía había que celebrar el día de la mujer.
Cada año por estas fechas en todo el planeta las mujeres y las instituciones, la sociedad entera recuerda los avances y mantiene viva la vindicación de lo que aún tenemos pendiente.
La pandemia de la violencia de género (afecta al 76% de la población femenina, las ciento cuarenta millones de niñas que han sido mutiladas (según datos de ONU), las miles de mujeres y niñas explotadas sexualmente, la escasa presencia de mujeres en puestos directivos de empresas (apenas un 12% en Europa), el desempleo y la precariedad laboral de las mujeres, ocupan la información en periódicos, radios y televisiones.
Conocemos que las mujeres mayores son más pobres, están más solas y tienen peor salud y que las que tienen una situación de discapacidad reclaman disfrutar de su sexualidad y su vida afectiva en condiciones de igualdad.
Hasta hemos visto a las tunecinas y las egipcias (con o sin velo) compartiendo la lucha por la libertad de sus países con sus compañeros varones, y queremos pensar que hay una oportunidad para ellas porque no se puede hablar de democracia en ningún país si no hay igualdad entre mujeres y hombres.
Si nos centramos en lo más cercano y analizamos la situación de las mujeres en el empleo en Andalucía todavía las mujeres tienen una tasa de actividad de 17 puntos menos que los varones y una brecha salarial que ronda el 20%, además las mujeres son las que tienen más del 70% de los contratos a tiempo parcial. Tenemos que saber que no saldremos de la crisis sin las mujeres, que su incorporación en condiciones de igualdad al desarrollo económico es no sólo un derecho sino una garantía de eficacia para el sistema productivo.
Estos días (hoy 8 de Marzo) conmemoramos cien años de la celebración del Día de la Mujer aunque la lucha colectiva de las mujeres por sus derechos tiene más de trescientos años y siempre desde que el mundo es mundo las mujeres individualmente se han revelado contra las discriminaciones que les eran impuestas.
Las desigualdades que aún sufren las mujeres constituyen un déficit democrático y se tienen que producir cambios en todos los ámbitos personales y familiares para hacer posible la corresponsabilidad; en las estructuras económicas y sociales, y sobre todo, los poderes públicos deben intervenir para acelerar esos cambios necesarios con leyes y con instrumentos a través de las instituciones. Hoy mismo hemos conocido que en el Parlamento Europeo se esté estudiando la posibilidad de obligar a las empresas a acelerar la presencia de las mujeres en los puestos de responsabilidad mediante cuotas, esas cuotas de la Ley de Igualdad recurridas por el PP al Constitucional. Son días de hablar de mujeres, de dirigirse a ellas, de tenerlas en cuenta. Será por eso que por primera vez en Granada este 8 de marzo el PP ha acudido a la manifestación que cada año convocan las organizaciones de mujeres.

ALCALDE TAPON II

Después de lo ocurrido la semana pasada en Granada no he podido sustraerme a volver a titular esta columna igual que la publiqué el pasado día 12 de enero. Bien que lo siento, créanme, pero es que el alcalde de Granada es un verdadero impedimento para el avance de nuestra ciudad, por eso vuelvo a denunciar su actitud obstruccionista y obstaculizadora para cualquiera de los proyectos en los que no jugamos el futuro.
El otro día decía el Ministro José Blanco en su visita a Granada que es legítimo y, hasta sano diría yo, que los partidos políticos confronten sus ideas, pero que las instituciones deben siempre entenderse porque lo que está en juego es el interés general. Pues bien, o el Alcalde no sabe para qué sirven las instituciones o usa esas instituciones al servicio de sus intereses partidarios tratando de frenar y taponar los proyectos para seguir con su cantinela del agravio y el victimismo.
Juzguen ustedes mismos, primero quiso denunciar, lo anunció a bombo y platillo, al Ministerio de Fomento por la licitación de la entrada del AVE, en lugar de llegar a un consenso lo más rápidamente posible para que Granada más pronto que tarde pueda tener una estación acorde a sus necesidades y similar a las de otras ciudades tal como ha propuesto el Ministerio. Respecto del AVE tuvimos que ver también la semana pasada la negativa a aceptar la invitación del Ministro a visitar las obras que suponemos será para negar también la evidencia del avance de las mismas, porque cuando llegue el AVE a Granada un motivo menos por el que confrontar. Menos mal que todos pudimos constatar la realidad de esas obras tan importantes para el desarrollo de nuestra provincia.
También tuvimos un episodio muy del estilo de nuestro alcalde tapón cuando en las visitas de las obras del Metro no sólo se indignó porque faltaban árboles (motivada la reducción por cambios en la obra exigidas por el propio ayuntamiento) además envió a emisarios a comprobar la “paralización” de las obras en ese afán de encontrar otro motivo más de fracaso, de satanización, de la gestión de otras administraciones en este caso la Junta que debido a la crisis está teniendo retrasos en el pago a las empresas. Pues bien, hicieron un gran ridículo ante la imposibilidad de demostrar la paralización de las mismas.
El comportamiento político respecto del Centro Lorca es particularmente cínico, resulta que el escándalo que monta el Ayuntamiento ante las dificultades para afrontar el coste económico del proyecto por parte del Gobierno de España o de la Junta de Andalucía, únicos financiadores del centro cultural, pretende tapar que parte de los fondos FEDER se perdieron por los retrasos debidos a la imposibilidad del Ayuntamiento de poner a disposición del Consorcio los terrenos para la construcción y que hasta ahora no sólo no han puesto ni un euro sino que aún no han escriturado el solar.
Granada necesita un alcalde facilitador, dialogante, que tenga confianza y no tapone nuestro futuro.