jueves, 20 de mayo de 2010

SIMBOLOS FRANQUISTAS

Mañana jueves en una sesión ordinaria de la Comisión de Defensa del Senado el Secretario de Estado del Ministerio de Defensa acudirá a contestar preguntas de los Senadores al Gobierno. Entre ellas una del Senador granadino Pérez Ortiz “sobre las circunstancias que rodean la retirada de símbolos franquistas del acuartelamiento Cervantes, sede de la Agrupación de Apoyo Logístico número 22 del Ejército de Tierra, ubicado en la ciudad de Granada” que aunque formalmente, como ven, es impecable, no deja de extrañar, al menos a mí, y supongo que a muchos de ustedes que al Sr Pérez Ortiz le inquiete que se retiren esos símbolos, tres placas y dos escudos, de nuestros cuarteles. Supongo que le molesta, o sea, que no le agrada, que no queden donde estaban y que se sustituyan por símbolos constitucionales acordes con la legalidad vigente.
No sé lo que el Secretario de Estado le contestará al senador granadino en la Comisión de Defensa, pero sin duda hará referencia a la Ley 52/2007, de 26 de Diciembre por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, más conocida como “Ley de Memoria Histórica” que además tuvo su desarrollo en una orden ministerial aprobada por el Consejo de Ministros en la que se dictan las instrucciones para la retirada de símbolos franquistas en las dependencias públicas. La Ley busca que los símbolos públicos sean motivo de encuentro y no de enfrentamiento y por eso evita todo aquello que suponga exaltación del golpe militar, de la Guerra Civil o de la represión franquista.
No digo que no me preocupe el desconocimiento de las leyes del Sr Pérez Ortiz, pero tengo que decirles que me preocupa más, mucho más, su apego a vestigios de la época más negra de nuestra historia reciente, a la que sin duda se siente vinculado dada la preocupación que manifiesta por su desaparición.
El PP de Granada ya viene mostrando su cara más radical negándose a la retirada de otros símbolos de la Dictadura del General Franco en la Ciudad, este fin de semana hemos asistido a otro esperpéntico episodio en el que el Sr Robles , portavoz del PP en la Diputación, se ha referido con apelativos como “chiquilicuatres que abanderan la libertad” y de “titiriteros que utilizan a los muertos” a escritores, poetas y artistas que han asistido a un acto de reconocimiento a las víctimas del franquismo en el Parque García Lorca de Alfacar y han expresado su apoyo al Juez Garzón. De donde sale tanta ignorancia, tanta inquina, tanto desprecio y tan poco respeto a los que piensan y sienten de forma distinta.
No sé porqué pero me viene a la memoria aquello que decía Federico de que Granada tenía la peor burguesía, lo que tiene sin duda es el peor PP de España.

DOBLE RASERO

El lunes pasado en la Comisión de Interior del Senado aprobamos por unanimidad instar al Gobierno de España a llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de Motril en relación a la cesión de las antiguas instalaciones de la Comisaría de la Policía Nacional. Este hecho que es la materialización de un acuerdo entre el Senador Perez Ortiz y yo misma sólo tiene de extraordinario que en el Senado de España se trate un asunto que afecta a nuestra provincia que por el día a día parlamentario no es habitual, porque en la Cámara Alta aunque sea la de los temas territoriales, normalmente se debate sobre temas considerados generales o de ámbito nacional. Personalmente me alegra que pudiéramos llegar a un consenso, aunque ya el Ayuntamiento y el Ministerio están en el camino de formalizarlo para que esas dependencias sean ocupadas por el Centro de Adultos de Motril.
Soy de la opinión de que la primera obligación de los políticos es ponerse de acuerdo para generar confianza en las instituciones tan necesaria en estos momentos y para materializar proyectos como la OCG o el Parque de las Ciencias que ahora celebran cumpleaños y que tanto significan para Granada. Pero mira por donde, hoy mismo conocemos que el PP reclama en el Senado lo que no practica en Granada como muestra su comportamiento en relación al trazado y la estación del AVE, el Metro, la segunda circunvalación o todas cuantas iniciativas provengan de las instituciones gobernadas por el PSOE, tal como están haciendo sus dirigentes nacionales con la idea de que les resultará más rentable sacar rédito político de la crisis, comparando España con Grecia, apartándose del acuerdo en materia educativa y oponiéndose a todo en lugar de ayudar y proponer, ellos a lo “suyo” desgastar y alarmar.
Ahora más que nunca es necesario el consenso para desarrollar las potencialidades de nuestra provincia para el impulso de un nuevo modelo productivo, para que nos sintamos orgullosos de nuestras capacidades, todos debemos arrimar el hombro para salir de la crisis en lugar de sembrar dudas, desánimo y fatalismo.
Ahora arremeten contra la A-7 que estará acabada en esta legislatura como se acabó la A-44 para disfrute de todos.
Y por cierto siguiendo con Motril, cómo se explica que del Plan Proteja de la Junta de Andalucía , unos de los planes extraordinarios de inversiones que suponen 300 millones de euros para nuestra provincia y que se concreta en 365 proyectos y 2.500 empleos para nuestro territorio, sean precisamente los destinados al Ayuntamiento de Motril los que no se han materializado porque no se han adjudicado en su totalidad, perjudicando a sus ciudadanos dejando de ejecutar más de 1,2 millones de euros con la perdida consiguiente de aproximadamente 70 empleos.
Más le valdría, digo yo, al Sr Rojas dejar de llamar a la rebelión y asumir su responsabilidad ante la ciudadanía a la que representa y gestionar los recursos que le adjudican a su ciudad la Junta y el Gobierno. Creo que los ciudadanos piensan lo mismo a tenor de lo que recoge la última encuesta del CIS.

VIVIR EN EL CENTRO

Todas las mañanas al abrir las ventanas un nauseabundo olor a orines y excrementos mezclados con el desinfectante con el que a veces riegan las calles invade nuestras casas cuyas fachadas están llenas de pintadas, al salir a la calle debes pensar por donde circular entre colchones y sacos de dormir, cartones de vino y bolsas de basura y cruzar los dedos para que además de esquivar a los mendigos no los encuentres inmersos en una pelea en la que te puedes ver involucrado, no sería la primera vez, lo pueden ustedes comprobar preguntando a los vecinos afectados.
El otro día me contaba una vecina que sus hijos pequeños no pueden salir a la calle porque en más de una ocasión se ha encontrado a gente borracha o consumiendo otro tipo de drogas.
Pueden ustedes imaginar la odisea de volver a casa de noche que es ya un acto de auténtico arrojo que no te garantiza el descanso debido al excesivo ruido que a todas horas tenemos que soportar. Si alguien piensa que exagero les sugiero circulen por la Plaza de San Agustín, la Calles Santa Paula, Elvira , San Juan de Dios, San Jerónimo o los alrededores de Plaza Nueva, allí les sorprenderá un asentamiento permanente de indigentes enfermos que no sólo comen y beben (hasta la extenuación) y duermen en la vía pública. Muchas veces también ocurren hechos de violencia extrema (ha habido un herido grave recientemente y varios muertos en otras desgraciadas ocasiones), además hacen sus necesidades (con lo que supone de riesgo para la salud pública en el caso de la zona del Mercado donde se descargan permanentemente alimentos), todo ello sin que la policía municipal haga lo más mínimo, aún a pesar de las denuncias presentadas por vecinos y comerciantes de la zona que están hartos del abandono a que su Ayuntamiento los tiene sometidos.
A pesar de las grandes inversiones del Ayuntamiento en la Gran Vía, el Paseo del Salón o la Calle Reyes Católicos, la calidad de vida, la limpieza y la seguridad del Centro de Granada dejan mucho que desear, hasta el punto que constituye un ejercicio de autentica valentía deambular por las calles y lugares cercanos a estos escaparates de la “buena gestión” municipal y una verdadera ruina para los pequeños comerciantes que tienen sus negocios en los aledaños de estos lugares “emblemáticos” de la ciudad, además de una vergüenza para los numerosos visitantes que pasean por Granada.
Quienes vivimos en estas calles nos preguntamos, ya es un clamor, por qué el ayuntamiento nos castiga abandonándonos sin vigilancia, sin limpieza, sin seguridad como si no tuviéramos derecho a los servicios que se prestan en otros barrios de Granada, cuando nuestros impuestos no sólo los pagamos sino que son los más altos de la ciudad.
Los ciudadanos y ciudadanas que vivimos en el Centro sufrimos de manera especial el abandono del Ayuntamiento y la política de ostentación que se practica desde la Plaza del Carmen y nos preguntamos cómo se está aplicando la ordenanza de convivencia, recientemente aprobada.