Si en este país el terrorismo hubiera cometido 67 asesinatos estaríamos todos lanzados a la calle y reclamando la justicia y la libertad que los terroristas nos arrebatan con sus actos criminales. En lo que va de año, al menos 63 mujeres y 4 criaturas han sido asesinadas por la lacra de la violencia machista en nuestro país, y ahora, que se acerca el 25 de Noviembre declarado por la Organización de Naciones Unidas, Día Internacional Contra la Violencia de Género, se multiplicarán los actos de sensibilización, de protesta y de homenaje y recuerdo a las víctimas, una movilización social que por decencia moral y altura democrática debíamos mantener viva permanentemente , tal como lo hemos hecho con el terrorismo al que poco a poco estamos derrotando al trasmitirles a los violentos nuestro más radical rechazo, nuestra repulsa hacia ellos y nuestro respeto a las víctimas.
El Estado Español es uno de los que más lucha contra la violencia de género, la Ley Integral contra la Violencia de Género y el esfuerzo de las instituciones, que es mucho y sin duda salva muchas vidas, evidentemente no es suficiente, la prueba es que sólo dos de cada diez mujeres asesinadas había denunciado.
No estamos siendo capaces de protegerlas, de transmitirles que no están solas, de convencerlas de que romper su silencio es la única oportunidad que tienen de salvar su vida y la de sus hijos e hijas. En esta tarea debemos implicarnos todos y todas no sólo jueces, policías, personal sanitario, también vecinos, amigos, familiares, porque el mayor cómplice de la violencia es el silencio.
La sociedad debe incorporar los valores de la igualdad y actuar en consecuencia y no permitir ningún tipo de violencia, unas nuevas y otras mas antiguas, como las intervenciones misóginas en los medios de comunicación, la utilización denigrante de las mujeres, la apología de la pederastia, la banalización de la explotación sexual o cualquier otra forma de falta de respeto a los derechos humanos; hay que aislar a los violentos.
Estamos ante una auténtica pandemia, según la Organización Mundial de la Salud, la violencia de género es la principal causa de muerte de las mujeres en el mundo entre los 15 y los 44 años.
Según diferentes estudios el número de denuncias aumenta en los meses de marzo y noviembre, fechas en las que se intensifican las campañas de sensibilización. Cada uno de nosotros tenemos que decir nunca más, basta ya de violencia contra las mujeres, debemos llevar a cabo una rebelión colectiva y permanente contra todas las formas de maltrato, actos violentos que a veces son evidentes y otras más sutiles.
* “Tu voz cuenta” es el nombre de la Campaña que el Gobierno de España está realizando en colaboración con ONU y Organizaciones No Gubernamentales para visibilizar la lucha contra el maltrato en los países pobres donde mujeres y niñas son más vulnerables y la desigualdad es más grande.
martes, 23 de noviembre de 2010
¡YA SE SABE CON LOS POLÍTICOS!
El domingo pasado acudí como observadora internacional de la Organización para la Cooperación y la Seguridad Europea (OSCE) a las elecciones legislativas en Azerbaiyán. La experiencia, como en otras ocasiones ha sido agridulce, en el sentido en que el papel de la comunidad internacional es fundamental para el desarrollo democrático del país en cuestión, pero también por la constatación de grandes déficits, tanto en los procedimientos como en la realidad social que llegas a percibir.
El proceso electoral ha sido formalmente correcto pero todas las instituciones internacionales han denunciado la falta de pluralismo y de garantías, a pesar de los avances, para que se hayan podido considerar unas elecciones verdaderamente democráticas. Recordaba a Peces Barba diciendo que “la democracia no puede ser sólo formalidad, debe ser, también una realidad, gobierno del pueblo, participación de los ciudadanos”. Además de unas reglas de juego comúnmente aceptadas donde se establecen los valores, los principios y los derechos y también los procedimientos y las instituciones comunes que deben ser aceptados por todos y todas.
En el largo camino de vuelta desde Bakú venía pensando en todo ello, cuando tengo conocimiento de una noticia nacional sobre el cobro de 70.000 euros del despacho de Federico Trillo al PP por la defensa jurídica de algunos de los imputados en el “Caso Gürtel” (según lo reconocido oficialmente por la dirección del PP). No salgo de mi asombro, porque resulta que Trillo, Portavoz de Justicia del PP y experto en salir “de rositas” de asuntos tan graves como el del Yak-42 que costó la vida a 62 militares españoles cuando era Ministro de Defensa, no tiene empacho, ni él ni su partido, en ser juez y parte ,o sea, participa de la estrategia política y además cobra por los servicios prestados dos veces, una como diputado y otra como defensor (puede que hasta de sí mismo), en un embrollo opaco y repugnante que por más que se empeñen salta los límites de lo tolerable, toda vez que parte de los recursos de los partidos políticos son públicos y por tanto están , todos los partidos políticos lo están, obligados a explicar en qué y cómo se usan.
Cansada y dolida vuelvo a mi libro “Sartoris” de Willian Faulkner y llego a un pasaje donde un personaje femenino le dice a otro “¡ya se sabe con los políticos!-en su boca aquella palabra se cargaba con el más total e inmisericorde de los desprecios-.Si alguna vez me canso de relacionarme con gente bien nacida, sé muy bien lo que haré: presentarme como candidata para el Congreso”
En fin, es sabido que la política democrática es materia delicada, más aún cuando a los frágiles equilibrios sobre los que se sostiene hay que añadirles la dimensión moral, de ética pública de los criterios comunes en los que se ha de basar la convivencia democrática. La corrupción es nociva para la convivencia democrática porque traiciona y vulnera las exigencias morales comunes y socava el valor de la política.
El proceso electoral ha sido formalmente correcto pero todas las instituciones internacionales han denunciado la falta de pluralismo y de garantías, a pesar de los avances, para que se hayan podido considerar unas elecciones verdaderamente democráticas. Recordaba a Peces Barba diciendo que “la democracia no puede ser sólo formalidad, debe ser, también una realidad, gobierno del pueblo, participación de los ciudadanos”. Además de unas reglas de juego comúnmente aceptadas donde se establecen los valores, los principios y los derechos y también los procedimientos y las instituciones comunes que deben ser aceptados por todos y todas.
En el largo camino de vuelta desde Bakú venía pensando en todo ello, cuando tengo conocimiento de una noticia nacional sobre el cobro de 70.000 euros del despacho de Federico Trillo al PP por la defensa jurídica de algunos de los imputados en el “Caso Gürtel” (según lo reconocido oficialmente por la dirección del PP). No salgo de mi asombro, porque resulta que Trillo, Portavoz de Justicia del PP y experto en salir “de rositas” de asuntos tan graves como el del Yak-42 que costó la vida a 62 militares españoles cuando era Ministro de Defensa, no tiene empacho, ni él ni su partido, en ser juez y parte ,o sea, participa de la estrategia política y además cobra por los servicios prestados dos veces, una como diputado y otra como defensor (puede que hasta de sí mismo), en un embrollo opaco y repugnante que por más que se empeñen salta los límites de lo tolerable, toda vez que parte de los recursos de los partidos políticos son públicos y por tanto están , todos los partidos políticos lo están, obligados a explicar en qué y cómo se usan.
Cansada y dolida vuelvo a mi libro “Sartoris” de Willian Faulkner y llego a un pasaje donde un personaje femenino le dice a otro “¡ya se sabe con los políticos!-en su boca aquella palabra se cargaba con el más total e inmisericorde de los desprecios-.Si alguna vez me canso de relacionarme con gente bien nacida, sé muy bien lo que haré: presentarme como candidata para el Congreso”
En fin, es sabido que la política democrática es materia delicada, más aún cuando a los frágiles equilibrios sobre los que se sostiene hay que añadirles la dimensión moral, de ética pública de los criterios comunes en los que se ha de basar la convivencia democrática. La corrupción es nociva para la convivencia democrática porque traiciona y vulnera las exigencias morales comunes y socava el valor de la política.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
RUINA MUNICIPAL
La situación económica del Ayuntamiento de Granada empieza a ser insostenible, el equipo de gobierno del Partido Popular está llevando a la ruina a la economía de la ciudad, poniendo en riesgo el futuro de Granada y, además, perjudicando a la ciudadanía con el recorte de servicios públicos imprescindibles, que están siendo afectados por la mala gestión económica de Torres Hurtado y su equipo.
Los medios de comunicación locales han publicado que la deuda municipal alcanza los 239 millones de euros repartidos entre entidades bancarias y empresas que prestan servicios municipales. Por deber, debe el Ayuntamiento hasta al Estado, un total de 16 millones del PIE (Participación en los impuestos del Estado).
Hay que exigir al Ayuntamiento que se responsabilice de la mala gestión económica realizada, porque está empezando a tener consecuencias graves en la calidad de servicios públicos básicos como el transporte urbano, la recogida de basuras o el cuidado de los jardines. Todo ello a pesar de que estamos ante una de las ciudades en que los servicios municipales son más caros. En Granada con el Gobierno Municipal del PP se paga el triple en multas que en el resto de las ciudades andaluzas, el IBI se ha incrementado un 38%, se ha subido la basura un 43%, el autobús es el más caro de España.
Como era de esperar, las secuelas de esta mala gestión están afectando a los barrios y, lo que es aún más grave, a los puestos de trabajo de quienes prestan los servicios.
En momentos de crisis como los que vivimos los países, las instituciones, las comunidades autónomas, los ayuntamientos y hasta las familias, todos, tienen que realizar ajustes y recortes, todos tenemos responsabilidad.
En nuestro país el gobierno combate la crisis económica con austeridad y reformas, pero también manteniendo la cohesión social para que la crisis no golpee de forma más cruel a quienes más dificultades tienen. Hay que recordar que la ciudad de Granada ha recibido del Gobierno de España y de la Junta de Andalucía setenta y cinco millones en planes extraordinarios de inversión.
Ya está bien de victimismos y agravios y sobre todo de “echar balones fuera” actitudes a los que nos tiene acostumbrados desde el PP, como Gallardón que en el colmo de la irresponsabilidad ha pedido “ayuda” al Gobierno de España para acometer la deuda de ocho mil millones de euros del Ayuntamiento de Madrid (el más endeudado de España).
Tal como decía un comentarista hace unos días el primer mandato de Torres Hurtado pasó sin desgaste, pero ahora, en tiempo de crisis, están mostrando su verdadera cara invirtiendo cifras millonarias en las zonas céntricas (ejemplos ahora Ganivet, antes Gran Vía) en detrimento de las zonas periféricas de la ciudad, gastando millones en la TV municipal, bajando el gasto social, poniendo en riesgo puestos de trabajo…El ”último” episodio del PP municipal con un concejal queriendo participar en concursos públicos del ayuntamiento, es otro ejemplo de ruina,esta vez moral.
Los medios de comunicación locales han publicado que la deuda municipal alcanza los 239 millones de euros repartidos entre entidades bancarias y empresas que prestan servicios municipales. Por deber, debe el Ayuntamiento hasta al Estado, un total de 16 millones del PIE (Participación en los impuestos del Estado).
Hay que exigir al Ayuntamiento que se responsabilice de la mala gestión económica realizada, porque está empezando a tener consecuencias graves en la calidad de servicios públicos básicos como el transporte urbano, la recogida de basuras o el cuidado de los jardines. Todo ello a pesar de que estamos ante una de las ciudades en que los servicios municipales son más caros. En Granada con el Gobierno Municipal del PP se paga el triple en multas que en el resto de las ciudades andaluzas, el IBI se ha incrementado un 38%, se ha subido la basura un 43%, el autobús es el más caro de España.
Como era de esperar, las secuelas de esta mala gestión están afectando a los barrios y, lo que es aún más grave, a los puestos de trabajo de quienes prestan los servicios.
En momentos de crisis como los que vivimos los países, las instituciones, las comunidades autónomas, los ayuntamientos y hasta las familias, todos, tienen que realizar ajustes y recortes, todos tenemos responsabilidad.
En nuestro país el gobierno combate la crisis económica con austeridad y reformas, pero también manteniendo la cohesión social para que la crisis no golpee de forma más cruel a quienes más dificultades tienen. Hay que recordar que la ciudad de Granada ha recibido del Gobierno de España y de la Junta de Andalucía setenta y cinco millones en planes extraordinarios de inversión.
Ya está bien de victimismos y agravios y sobre todo de “echar balones fuera” actitudes a los que nos tiene acostumbrados desde el PP, como Gallardón que en el colmo de la irresponsabilidad ha pedido “ayuda” al Gobierno de España para acometer la deuda de ocho mil millones de euros del Ayuntamiento de Madrid (el más endeudado de España).
Tal como decía un comentarista hace unos días el primer mandato de Torres Hurtado pasó sin desgaste, pero ahora, en tiempo de crisis, están mostrando su verdadera cara invirtiendo cifras millonarias en las zonas céntricas (ejemplos ahora Ganivet, antes Gran Vía) en detrimento de las zonas periféricas de la ciudad, gastando millones en la TV municipal, bajando el gasto social, poniendo en riesgo puestos de trabajo…El ”último” episodio del PP municipal con un concejal queriendo participar en concursos públicos del ayuntamiento, es otro ejemplo de ruina,esta vez moral.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
POLITICA DE PEGA
Tengo que reconocer que me sorprendo poco de los disparates que salen de la Plaza del Carmen, la actitud victimista cuando no chulesca de los responsables del PP en el Ayuntamiento son la tónica habitual en su quehacer político. Su discurso consiste en obstaculizar todos los proyectos y en decir que de todo lo malo que acontece en tierras granadinas tiene la culpa la Junta o el Gobierno de España. Ultimamente han dicho no al Milenio, están obstaculizando la Universiada, han culpado de la enorme deuda del Ayuntamiento al Gobierno de España (al que a su vez ellos deben dinero) y, aunque no se ocupan de lo que es su responsabilidad, no dudan en intentar patrimonializar y de paso socavar la actuación de las otras administraciones en temas tan importantes como el Centro Lorca o el Legado de José Guerrero, si bien su aportación consiste más bien en mucho ruido y pocas nueces.
Aún así la ciudadanía de Granada sabe que la Administración Autonómica y la del Estado están detrás de los grandes proyectos de nuestra provincia, en su impulso y en su financiación, como el AVE, el Metropolitano, las autovías, el Centro Lorca, la Orquesta Ciudad de Granada y hasta en las obras recién inauguradas del Auditorio Manuel de Falla que han contado con una importante aportación del Gobierno de Zapatero; y hasta el inicio de las obras del Gran Espacio Escénico que aparece en los presupuestos de la Junta para 2011.
En el colmo de los desatinos del área de cultura municipal, hace unos meses se produjo una denuncia de ésta a la Delegación de Cultura de la Junta porque habían sido amonestados por el deterioro producido en elementos importantes del Patrimonio (declarados Bien de Interés Cultural) de la ciudad, al instalar toldos para dar sombra.
Lo voy a explicar mejor, la Junta de Andalucía en el ejercicio de su competencia (Constitucional y Estatutaria) vela por la tutela del patrimonio cultural y el Ayuntamiento en lugar de “pedir disculpas” y ponerse a disposición de la administración autonómica para arreglar el desaguisado, en un acto de soberbia e ignorancia denuncia a la Delegación de Cultura ante la Justicia, que como era de esperar les ha dado el consiguiente varapalo. Hasta aquí el devenir de los hechos, pero lo verdaderamente espeluznante es la respuesta del Concejal que en lugar de recoger velas y acatar la sentencia, en una especie de huida hacia delante, ha invitado a la Junta a poner los toldos para evitar “pegas”.No sabemos si lo peor es banalizar el daño al Patrimonio, ridiculizar la decisión judicial o que se le ha ido la mano en su echar balones fuera. No dando crédito a tanta frivolidad me puse a pensar en que quería decir con lo de “las pegas” el Sr García. Miré en el diccionario y me encontré con que pega es “el obstáculo, dificultad o inconveniente que alguien pone para la realización de algo”, “dificultad, estorbo, rémora”, en otra acepción “chasco, burla”.Entonces fue cuando caí en la cuenta de que la verdadera pega que tiene Granada es la política que se hace desde el Ayuntamiento, especialmente en el ámbito de la Cultura.
Aún así la ciudadanía de Granada sabe que la Administración Autonómica y la del Estado están detrás de los grandes proyectos de nuestra provincia, en su impulso y en su financiación, como el AVE, el Metropolitano, las autovías, el Centro Lorca, la Orquesta Ciudad de Granada y hasta en las obras recién inauguradas del Auditorio Manuel de Falla que han contado con una importante aportación del Gobierno de Zapatero; y hasta el inicio de las obras del Gran Espacio Escénico que aparece en los presupuestos de la Junta para 2011.
En el colmo de los desatinos del área de cultura municipal, hace unos meses se produjo una denuncia de ésta a la Delegación de Cultura de la Junta porque habían sido amonestados por el deterioro producido en elementos importantes del Patrimonio (declarados Bien de Interés Cultural) de la ciudad, al instalar toldos para dar sombra.
Lo voy a explicar mejor, la Junta de Andalucía en el ejercicio de su competencia (Constitucional y Estatutaria) vela por la tutela del patrimonio cultural y el Ayuntamiento en lugar de “pedir disculpas” y ponerse a disposición de la administración autonómica para arreglar el desaguisado, en un acto de soberbia e ignorancia denuncia a la Delegación de Cultura ante la Justicia, que como era de esperar les ha dado el consiguiente varapalo. Hasta aquí el devenir de los hechos, pero lo verdaderamente espeluznante es la respuesta del Concejal que en lugar de recoger velas y acatar la sentencia, en una especie de huida hacia delante, ha invitado a la Junta a poner los toldos para evitar “pegas”.No sabemos si lo peor es banalizar el daño al Patrimonio, ridiculizar la decisión judicial o que se le ha ido la mano en su echar balones fuera. No dando crédito a tanta frivolidad me puse a pensar en que quería decir con lo de “las pegas” el Sr García. Miré en el diccionario y me encontré con que pega es “el obstáculo, dificultad o inconveniente que alguien pone para la realización de algo”, “dificultad, estorbo, rémora”, en otra acepción “chasco, burla”.Entonces fue cuando caí en la cuenta de que la verdadera pega que tiene Granada es la política que se hace desde el Ayuntamiento, especialmente en el ámbito de la Cultura.
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