martes, 1 de septiembre de 2009

NO PUEDE SER

Estoy convencida de que la ciudadanía está harta de que los políticos no nos pongamos de acuerdo en cuestiones de interés general, creo con la mayoría de la gente que la principal obligación de quienes nos dedicamos a la cosa pública consiste en consensuar propuestas para materializar el desarrollo y el bienestar general. Por eso discuto con mis compañeros de filas y también de oposición, porque está muy extendida la práctica de llevar la contraria al adversario político sin pensar de verdad en las consecuencias, a veces, es cuestión de matices o sencillamente de escenificar erróneamente, lo que sí es verdaderamente importante en política, la confrontación de las ideas y de los argumentos.
En Granada somos víctimas de esa especie de maldición de no ponernos de acuerdo, que irremediablemente nos lleva a la eternización de los debates y, a veces desgraciadamente, a la paralización de los proyectos.
Escribo estas líneas, después de leer en este periódico que el Ayuntamiento de Granada plantea “una alternativa” para el Parque del Milenio en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, proponiendo su ubicación en la zona norte, distinta de la conocida propuesta de la Junta de situarlo en la Vega Sur. Una vez más cada uno diciendo una cosa, como con el metro, la segunda circunvalación, el ave o otras tantas iniciativas.
No voy a caer en la tentación de culpar a “otros” para defender a los “míos”, pero en el mismo diario que recoge esta noticia, José Mª Rueda, concejal del PSOE, en un artículo expone la posición conciliadora para consensuar el futuro de la ciudad.
No me cabe ninguna duda de que IU y PP por muy diferentes razones creen mejor para la ciudad esta nueva propuesta, pero yo quiero recordar que el Proyecto de Parque del Milenio presentado por la Junta de Andalucía transciende los límites estrictamente urbanos para afectar al Área Metropolitana, tan necesitada de servicios compartidos, cohesión y fortalecimiento.
En fin, discutamos sobre el PGOU, el POTAUG o lo que corresponda, pero no olvidemos que el tiempo apremia y 2013 está ahí mismo. Por responsabilidad y respeto a la ciudadanía pongámonos de acuerdo ya.

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