martes, 1 de septiembre de 2009

ABORTOS

Hace unos pocos días leí una entrevista al Doctor Chraibi, ginecólogo jefe de la maternidad de Rabat que ha creado una asociación para que se amplíe la ley del aborto en su país, porque como el mismo dice el “aborto clandestino provoca tragedias en Marruecos”.Me entristecí mucho pensando en el sufrimiento y los riesgos que todas las mujeres han padecido a lo largo de la historia como consecuencia de un embarazo no deseado y más aún cuando han tenido que abortar, y pensé en que gracias a la lucha de las mujeres en nuestro país se han ido consiguiendo respeto al derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad y una sociedad que valora y trabaja por la igualdad entre mujeres y hombres, lo que ha permitido que desde el año 1985 hubiera una despenalización parcial del aborto en tres supuestos(violación, riesgo para la madre o para el feto) que ha cumplido su función en estos casi veinticinco años.
Tras las vacaciones veraniegas se reiniciará el calendario parlamentario y con él el debate en las Cortes Generales sobre la Ley de Salud Sexual y Reproductiva que en el marco de una estrategia nacional para la educación sexual pretende prevenir la alta tasa de embarazos juveniles en nuestro país, y además recoge una nueva forma de regular las interrupciones voluntarias de embarazo fuera del Código Penal y con garantías suficientes sanitarias y jurídicas para las mujeres y los profesionales.
Me temo que como siempre con este tema tan sensible, profundamente afectado por consideraciones éticas, se están produciendo falsos debates que trasladan juicios morales y a veces falsedades sobre la futura reforma.
Los cambios sociales y el avance en el reconocimiento de la igualdad entre hombres y mujeres han hecho que ya nadie ponga en duda la capacidad y el derecho de las mujeres a decidir sobre su salud sexual y reproductiva, tal como han venido reclamando las mujeres a lo largo del tiempo y como se ha reconocido en Conferencias Internacionales de Naciones Unidas (Conferencia del Cairo sobre Población y Desarrollo en 1994 y Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing 1995) y las resoluciones del Consejo de Europa ( de 3 de Julio de 2002) que han proclamado el derecho de las mujeres a decidir libre y responsablemente sobre las cuestiones relacionadas con su sexualidad , incluida su salud sexual y reproductiva; instando a los países a elaborar legislaciones que garanticen un aborto legal y seguro.
Al Estado le corresponde garantizar estos derechos y me alegro que las mujeres españolas tengamos un gobierno valiente que propone resolver con el máximo consenso parlamentario y social este problema, ojalá que las mujeres marroquíes pudieran vivir lo mismo.

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