miércoles, 30 de septiembre de 2009

EL DEBATE SOBRE EL ABORTO

Acaba de empezar el tramite parlamentario del Proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo con la aprobación del texto por el Consejo de Ministros del sábado pasado, pero social y públicamente desde que el PSOE asumió su compromiso de revisar la legislación en materia de interrupción voluntaria del embarazo, vigente desde hace casi veinticinco años, se han vertido muchas opiniones y se han hecho valoraciones no ajustadas al contenido de la propuesta y lo que es peor dirigidas a fomentar actitudes intransigentes hacia las mujeres afectadas y por supuesto devaluando la tarea de poner al Estado a hacer su función de garante de la libertad y la seguridad de las personas.
Claro que no digo nada nuevo si digo que la manera de acercase a la realidad del aborto tiene consideraciones éticas y morales y profundamente ideológicas.
El debate internacional sobre este tema está situado en el ámbito del derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad están muy relacionadas con la defensa de los valores de la igualdad entre mujeres y hombres y el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres.
En un asunto como éste se trata no de negar, juzgar, mentir sino de reconocer, respetar, garantizar los derechos de las mujeres afectadas y de los profesionales que las atienden.
Se trata de garantizar la equidad territorial de la prestación, todo ello con el máximo respeto al marco constitucional, se conoce la posición del Consejo de Estado, además de hacerlo de forma parecida a como está regulado en los países de nuestro entorno.
El proyecto de Ley que inicia su estancia en Las Cortes Generales es una ley que busca en primer lugar reducir los embarazos no deseados y, por tanto, los abortos y contiene toda una estrategia para reducir las interrupciones voluntarias de embarazo mediante la información, la educación y la prevención. Además ofrece información de las medidas de apoyo a la maternidad.
La ley es equilibrada en cuanto al respeto de los derechos de las mujeres, su dignidad, su libertad, su intimidad pero también protege adecuadamente la vida prenatal y lo hace mediante una combinación de plazos e indicaciones.
Me reconforta pensar que el posicionamiento político de los diferentes grupos parlamentarios ante el dictamen de la Comisión de Igualdad consiga el consenso necesario a la mayor parte de los contenidos de la propuesta, aunque como es obvio se puede mejorar. Además me parece muy lógico que hayan sido los grupos del espectro de la izquierda los que vayan a apoyar el proyecto. No es, ni ha sido de rosas el camino, pero izquierda y feminismo caminan juntos.

2 comentarios:

Olivier Franconetti Benamor dijo...

vale!...

"Viva Triana!"

El Pinto dijo...

La libertad como referencia, el respeto para la mujer y sus circunstancias.
Saludos