miércoles, 27 de abril de 2011

RAZONES PARA DECIDIR

Según un estudio recientemente publicado por Granada Hoy sobre intención de voto en nuestra ciudad para las próximas elecciones del 22 de Mayo, el 46% de los votantes, aún no han decidido su voto. Sea cual sea su comportamiento será decisivo sobre la foto final del gobierno de la Plaza del Carmen. Como demócrata me gustaría que la participación en las próximas elecciones fuera alta, porque cuanta más implicación de la ciudadanía más fuerte será nuestra democracia, cobrando todo su sentido de dar cumplimiento a la voluntad de la mayoría del electorado.
La abstención, suponemos, refleja desafección de los ciudadanos hacia la política o insatisfacción de las propuestas que las diferentes opciones políticas ofertan. Por eso es importante cuidar el debate público y rechazar el todo vale, hacer oposición debe tener como límite el respeto a las reglas comúnmente aceptadas.
Yo creo que las elecciones en las que nos sentimos más involucrados son las municipales( de hecho son las que alcanzan mayor porcentaje de participación), porque el ayuntamiento es la administración más cercana y en la que se decide sobre lo que más nos importa: nuestra ciudad, el escenario que nos identifica y en el que desarrollamos nuestra vida, el espacio compartido de convivencia, con nuestra familia, nuestros amigos, nuestros vecinos, el legado que hemos recibido de nuestros padres y que debemos cuidar para nuestros hijos.
Sobre la situación política de nuestra ciudad y como miembro de la candidatura socialista que lidera Paco Cuenca observo un cierto hartazgo del PP por parte de la gente y además necesidad de cambio en el modelo de ciudad.
Para ayudar a decidir a quienes aún dudan les propongo imaginar una ciudad abierta al diálogo y al consenso con otras administraciones para que Granada alcance objetivos y logre metas que la sitúen entre los mejores niveles de desarrollo, de modernidad, de conocimiento e innovación, de protección de su patrimonio cultural y paisajístico, de destino turístico de calidad, de sostenibilidad medioambiental, de infraestructuras; eso en lugar de perder el tiempo con el victimismo y la confrontación. Podemos ir más allá y pensar en nuestra ciudad como un lugar para la igualdad de oportunidades de las personas y de los barrios, en vez de invertir el dinero público en algunas zonas y dejar al abandono las que más necesidades tienen. Imaginen como sería Granada si su ayuntamiento trabajara para priorizar la creación de empleo y creyera en las capacidades de Granada para lograrlo, apoyando y colaborando con los agentes económicos y sociales, si además fuera una ciudad sostenible, accesible, habitable en su dimensión metropolitana, donde cada proyecto se hiciera pensando en las personas, en toda, en los niños, en los mayores, en las mujeres y los hombres. Puestos a imaginar, figúrense un alcalde lleno de vitalidad, de energía, de ganas de escuchar y compartir con la ciudadanía el destino colectivo y común.
Si desean que la desgana, la apatía, el agravio, la exclusión y la indolencia abandonen nuestra vida pública, decídanse y participen, sueñen con la Granada en la que quieren vivir y actúen en consecuencia.

CRECE EL TURISMO

El sábado pasado asistí a la presentación del Anuario de la Asociación de la Prensa de Granda y compartí con los asistentes y organizadores la alegría de dedicar la presente edición al ascenso de categoría del Granada CF. Todos los intervinientes destacaron que era una de las pocas buenas noticias de los últimos tres años, desde que comenzó la crisis, así como la necesidad colectiva que tenemos de indicios, de esperanzas en que el futuro será mejor en materia de fútbol o de lo que sea.
Mientras la situación económica mundial trata de estabilizarse, el capitalismo se resiste a ser gobernado por la política, y en los países árabes se lucha por la libertad y la democracia, en nuestro país empezamos a ver la ansiada estabilidad financiera y el apoyo de la comunidad internacional a las medidas impulsadas por el Gobierno, sin reflejo, aún, en la creación de empleo.
Aunque lo sienta mucho por ellos, miren por donde acabo de leer que la situación de Egipto y Túnez está favoreciendo a España como destino turístico. “La actividad crecerá un 2,2% en 2011 frente al 1% previsto en enero, según las estimaciones de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur)”
En este contexto y pensando en Granada y en el papel que nuestra ciudad tiene como referente turístico, me he puesto a analizar algunos datos. Así, según la Encuesta de Coyuntura Turística de Andalucía del año 2010, Granada es la tercera provincia de Andalucía en numero de turistas, 14%, casi los mismos que Cádiz y muy por debajo de Málaga, 34,5%, y lo que más valoran nuestros visitantes es nuestro patrimonio cultural y el paisaje y los parques naturales, seguido de la seguridad ciudadana y del trato recibido y en lo que más bajo nos puntúan es en la señalización e información turística y la limpieza.
Cuando analizas con los profesionales del sector como mejorar nuestra oferta, reclaman coordinación de las administraciones y apuesta por la calidad, para eso es necesario diversificar e innovar pero sobre todo ser conscientes de cuales son nuestras fortalezas que son potentes y singulares, como reconocen nuestros visitantes. Granada tiene patrimonio histórico y paisajístico que la convierte en un destino turístico excepcional que requiere de una gestión también singular.
Para que todo eso sea posible Paco Cuenca propone una concejalía específica de turismo, coordinación entre las administraciones y diálogo con el sector, activar los planes especiales de protección, cuidar especialmente la Vega y Valparaíso, trabajar para la ampliación de la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Alhambra y el Albaicín a la Granada Renacentista y Barroca, revitalizar los barrios históricos mediante la reactivación del comercio , la recuperación de viviendas , la dotación de equipamientos, la creación de la policía turística, rescatar las murallas de la ciudad, hacer un plan de usos de monumentos …, en definitiva poner el Ayuntamiento al servicio del sector turístico, estratégico en la economía de la ciudad.

LA CIUDAD DEL ALCALDE

No es la primera vez que desde esta columna denuncio que el actual alcalde de Granada no cree en la ciudad, en la ciudad entendida como el lugar de la vida ciudadana, de convivencia colectiva en el que todos los barrios deben tener “rango de ciudad” para que todos sus habitantes alcancen por igual su condición de ciudadanos. Dicho de otra forma la misma consideración por parte de la institución municipal merecen el centro histórico que los llamados barrios periféricos. Tal como dijo Oriol Bohigas se trata “de monumentalizar los barrios e higienizar el centro”. Supongo que no les sirve la cita, de quién parió con Maragall la Barcelona olímpica, a quienes practican un urbanismo ramplón y someten a nuestra ciudad a su estética cateta y decimonónica. Por eso ellos practican la máxima urbanística justo al revés, inversiones y lujo para los lugares donde no es imprescindible, y abandono y desidia para aquellas zonas de la ciudad que requieren de especial atención, precisamente porque sus condiciones de partida son peores. Ya lo ha denunciado el grupo municipal socialista, el ayuntamiento de Granada ha gastado en las calles (algunas) del Centro: Caleta, Gran Vía, Violón, Ganivet ; siete veces más que en el Albayzín, seis veces más que en Norte y tres veces más que en Zaidín, y recientemente un millón de euros en la calle Obispo Hurtado en la que tiene una propiedad el alcalde y donde al parecer estará la sede del PP. El alcalde de Granada atiende a los que cree los suyos y abandona a quienes más necesidad tienen del apoyo municipal.
Por eso pasea jactanciosamente por el “Procesiodromo” (cito a un querido amigo) de Ganivet y se niega a acudir a una convocatoria de la Plataforma Norte donde los vecinos reclaman empleo y atención por parte de su institución más cercana y no sólo no comparece como es su obligación, además, en un ejercicio caciquil de su autoridad les niega a la vecindad el uso del Centro Cívico de su barrio. Somos más quienes creemos que esa no es forma de gobernar, que quienes gobiernan lo han de hacer para todos y todas, ayer lo recordaban los vecinos de la zona norte “exigimos que los políticos nos escuchen, les pagamos al menos para eso”.Nuestra primera obligación es atender a la gente y compartir sus problemas para poder juntos buscar soluciones, aunque no nos guste lo que nos tengan que decir. Si no estás dispuesto a eso no mereces representar a quienes te han elegido. Granada existe más allá de los maceteros y las farolas “tan bonicas” que han puesto gastando mucho dinero público los de la Plaza del Carmen, el paro, la pobreza, las zonas abandonadas, los problemas de movilidad, la contaminación atmosférica y acústica, la extrema suciedad necesitan soluciones por parte del ayuntamiento y necesidad de debatir propuestas para resolverlas, sólo la prepotencia justifica la negativa a un debate serio sobre la ciudad con quienes no piensan como él.

GRANADA PATRIMONIO MUNDIAL

La extraordinaria belleza de Granada, su gran potencia en materia de patrimonio cultural, su paisaje, y sobre todo, la Alhambra han hecho merecedora a nuestra ciudad de la Declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de Unesco.
La Alhambra y el Generalife (en el año 1984) y posteriormente se amplió la declaración incorporando el Albayzín (en 1994).
Cuando Unesco concede ese título lo hace porque el patrimonio en cuestión tiene la consideración de “patrimonio de valor universal excepcional”, por tanto es el máximo privilegio y también una gran responsabilidad obtener el citado nombramiento, hasta tal punto que no es un título vitalicio sino que exige mantener la cualidad que lo ha hecho merecedor.
La declaración de Patrimonio Mundial de la Alhambra, el Generalife y el Albayzín (que es conjunta) está amenazada por el abandono en el que el Ayuntamiento de Granada tiene sumido al barrio nazarí. Dejadez y deterioro constatable por los inspectores del organismo internacional, por vecinos y visitantes, que es responsabilidad exclusiva del consistorio por muchos exabruptos que manifiesten los voceros del PP.
Pues bien, mientras ellos echan balones fuera y con gran frivolidad abandonan sus competencias y banalizan y desprecian el patrimonio cultural de Granada, otros creemos que el futuro de Granada tiene en su patrimonio monumental y paisajístico su gran fortaleza. Por eso Paco Cuenca ha propuesto trabajar con las otras administraciones para hacernos merecedores de conseguir ampliar las zonas de nuestra ciudad declaradas patrimonio mundial. Se trataría de incorporar a “la granada musulmana” el barrio del Realejo y el arrabal de Bib-Arrambla y añadir la “granada renacentista” y la “granada barroca”. Esta propuesta ya fue realizada en el año 2007 con el nombre de “arco renacentista y barroco de la ciudad de Granada” y es un expediente vivo en la Junta de Andalucía que no ha tenido el apoyo ni la sensibilidad necesaria por parte del ayuntamiento.
El centro histórico de Granada, todos sus barrios necesitan un tratamiento integral que tenga en la protección de sus grandes valores patrimoniales su prioridad, pero ha de ser compatible con la recuperación de sus viviendas , con la reactivación de su comercio, con la mejora de la accesibilidad, con la adecuación de sus espacios públicos y equipamientos y con tener una oferta turística de calidad. Para eso hay que ampliar el área de Rehabilitación Concertada del Albayzín (donde la Junta de Andalucía ha invertido 40 millones de euros en la recuperación de 600 viviendas, 490 de ellas ya ejecutadas), y hacer un gran esfuerzo en la recuperación y los usos del gran catálogo de bienes culturales de nuestra ciudad.
El reto de la revitalización pasa por proteger los monumentos, por mantener vivos nuestros barrios históricos y por permitir la permeabilización con los otros barrios de la ciudad. Todo ello requiere de un fuerte liderazgo del ayuntamiento y del compromiso y la concertación de otras instituciones y sobre todo de la implicación de la ciudadanía de Granada que reclama una ciudad viva, respetuosa con su pasado pero ambiciosa y contemporánea en las propuestas.