miércoles, 3 de noviembre de 2010

POLITICA DE PEGA

Tengo que reconocer que me sorprendo poco de los disparates que salen de la Plaza del Carmen, la actitud victimista cuando no chulesca de los responsables del PP en el Ayuntamiento son la tónica habitual en su quehacer político. Su discurso consiste en obstaculizar todos los proyectos y en decir que de todo lo malo que acontece en tierras granadinas tiene la culpa la Junta o el Gobierno de España. Ultimamente han dicho no al Milenio, están obstaculizando la Universiada, han culpado de la enorme deuda del Ayuntamiento al Gobierno de España (al que a su vez ellos deben dinero) y, aunque no se ocupan de lo que es su responsabilidad, no dudan en intentar patrimonializar y de paso socavar la actuación de las otras administraciones en temas tan importantes como el Centro Lorca o el Legado de José Guerrero, si bien su aportación consiste más bien en mucho ruido y pocas nueces.
Aún así la ciudadanía de Granada sabe que la Administración Autonómica y la del Estado están detrás de los grandes proyectos de nuestra provincia, en su impulso y en su financiación, como el AVE, el Metropolitano, las autovías, el Centro Lorca, la Orquesta Ciudad de Granada y hasta en las obras recién inauguradas del Auditorio Manuel de Falla que han contado con una importante aportación del Gobierno de Zapatero; y hasta el inicio de las obras del Gran Espacio Escénico que aparece en los presupuestos de la Junta para 2011.
En el colmo de los desatinos del área de cultura municipal, hace unos meses se produjo una denuncia de ésta a la Delegación de Cultura de la Junta porque habían sido amonestados por el deterioro producido en elementos importantes del Patrimonio (declarados Bien de Interés Cultural) de la ciudad, al instalar toldos para dar sombra.
Lo voy a explicar mejor, la Junta de Andalucía en el ejercicio de su competencia (Constitucional y Estatutaria) vela por la tutela del patrimonio cultural y el Ayuntamiento en lugar de “pedir disculpas” y ponerse a disposición de la administración autonómica para arreglar el desaguisado, en un acto de soberbia e ignorancia denuncia a la Delegación de Cultura ante la Justicia, que como era de esperar les ha dado el consiguiente varapalo. Hasta aquí el devenir de los hechos, pero lo verdaderamente espeluznante es la respuesta del Concejal que en lugar de recoger velas y acatar la sentencia, en una especie de huida hacia delante, ha invitado a la Junta a poner los toldos para evitar “pegas”.No sabemos si lo peor es banalizar el daño al Patrimonio, ridiculizar la decisión judicial o que se le ha ido la mano en su echar balones fuera. No dando crédito a tanta frivolidad me puse a pensar en que quería decir con lo de “las pegas” el Sr García. Miré en el diccionario y me encontré con que pega es “el obstáculo, dificultad o inconveniente que alguien pone para la realización de algo”, “dificultad, estorbo, rémora”, en otra acepción “chasco, burla”.Entonces fue cuando caí en la cuenta de que la verdadera pega que tiene Granada es la política que se hace desde el Ayuntamiento, especialmente en el ámbito de la Cultura.

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