EL GOBIERNO SIGUE SIENDO PARITARIO

El cambio de Gobierno que hizo el Presidente Zapatero la semana pasada es una más de entre las medidas adoptadas para recuperar la confianza de la ciudadanía.
La prioridad del Gobierno sigue siendo salir de la crisis y crear empleo y la hoja de ruta, ya conocida: austeridad, reformas y cohesión social. Recientemente, además, se han logrado estabilidad financiera, política y presupuestaria sin las que sería difícil alcanzar los objetivos propuestos. Después del acuerdo con el Partido Nacionalista Vasco para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y para dar estabilidad parlamentaria a lo que queda de legislatura, estaba “cantado” el cambio que, ya a estas alturas, hasta el Partido Popular ha reconocido que supone un impulso a la acción política del Gobierno.
Muchas son las valoraciones y opiniones vertidas sobre la composición del nuevo gobierno, hay unas que pretendo aclarar y que se refieren al Ministerio de Igualdad que, dicho sea antes que nada, me gustaría que siguiera existiendo como tal. Si bien, el nuevo Ministerio que asume las competencias se llama de Sanidad, Política Social e Igualdad, por tanto en sentido estricto la igualdad en el Gobierno de España sigue teniendo rango ministerial, aunque compartido con otras competencias.
Pero hay otra que es falsa, y se refiere a la perdida de la paridad en la composición del Ejecutivo. El concepto de “ democracia paritaria” se acuñó en la “Cumbre de Atenas” en 1992 ( con España en la Presidencia de turno de la Unión Europea, y con Gobierno de Felipe González, por cierto)y hace referencia a la necesidad de la representación equilibrada de los dos sexos en el poder , en sentido amplio, con el argumento de que la presencia de las mujeres en el ámbito público enriquecerá la toma de decisiones y tendrá en cuenta la diversidad de las necesidades de la ciudadanía, ya que la sociedad está formada por mujeres y hombres de la misma manera los gobiernos , los consejos de administración , los ejércitos o las iglesias deben contar con el talento de las mujeres en sus órganos de dirección. También aclara la Declaración de Atenas que numéricamente eso significa que ninguno de los dos sexos debe estar representado en menos del cuarenta por ciento ni en más del sesenta, por eso, si el Consejo de Ministros está formado por quince personas, de las cuales hay ocho ministros y siete ministras, la paridad se cumple y se cumple, incluso si se incluye al Presidente, porque las siete ministras suponen el cuarenta y tres por ciento y, por tanto, los varones, que serían nueve incluyendo al Presidente, el cincuenta y siete.
Por cierto el concepto de representación equilibrada fue el que se incorporó en la Ley Orgánica, 3/2007, para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres (que fue recurrida por el PP al Constitucional con el consiguiente varapalo posterior) y que exige a los partidos políticos que respeten ese principio a la hora de elaborar las listas electorales y que ha supuesto un incremento importantísimo de la presencia de las mujeres en la política. El papel de la Vicepresidenta Fernández de la Vega fue determinante en este avance democrático para nuestro país.