A Carmen Olmedo Checa
Estos días se han cumplido veinte años de la creación del Instituto Andaluz de la Mujer por parte del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía y es inevitable, al menos para quienes hemos sido parte de esta institución, hacer balance de lo que han sido las políticas de igualdad en nuestra provincia, en nuestra comunidad autónoma y en nuestro país.
Si como sabemos la desigualdad entre hombres y mujeres tiene su origen en la cultura patriarcal y se manifiesta en comportamientos y actitudes en el ámbito privado y en la esfera pública, es fácil comprender que en dos décadas es difícil producir los cambios necesarios para eliminar los obstáculos que las mujeres tienen para el ejercicio pleno de su ciudadanía. Aún queda mucho por hacer, sin embargo los avances logrados por las mujeres andaluzas son tan importantes que no podemos hablar de avances sociales en Andalucía sin mirar los cambios que han protagonizado las mujeres.
Cuando Carmen Olmedo, la primera directora del IAM, comenzó su trabajo lo hizo realizando un primer estudio de la situación social de las mujeres, puesto que no disponíamos de datos sobre la presencia de las mujeres en el empleo , en la educación , en las empresas. Todos los indicadores obtenidos nos proporcionaron un diagnóstico que nos permitió abordar de forma transversal un trabajo coordinado del conjunto de las instituciones andaluzas para avanzar en la igualdad, que ha dado sus frutos como lo prueban que en estos momentos más del sesenta por ciento del alumnado universitario son mujeres, que la mayoría de las empresas que se crean en nuestra comunidad autónoma tienen como titular a una mujer o que la tasa de actividad femenina ha aumentado más de veinte puntos en estos veinte años.
Las políticas de igualdad que se han ejecutado en Andalucía han sido referencia nacional, como ejemplo el modelo de atención social de la Ley Integral contra la violencia de género tiene como referencia lo que se estaba haciendo en Andalucía, e internacional, muchos de los organismos similares que en diferentes regiones europeas se han creado han tenido como modelo a Andalucía. Pero por encima de ello lo más importante que el IAM ha hecho ha sido liderar un cambio de valores en la sociedad favorable a la igualdad entre hombres y mujeres. La Junta no lo ha hecho sola, en este camino hemos tenido la complicidad de los ayuntamientos con sus Centros Municipales de la Mujer y las Diputaciones, y el compromiso de muchas mujeres y algunos hombres que lo han hecho posible con su trabajo y su compromiso, todo ello ha contado con un tejido asociativo y un movimiento social que ha formado una tupida red de asociaciones de mujeres.
Aún queda trabajo que hacer en muchos ámbitos como el de la corresponsabilidad, la presencia equilibrada de las mujeres y los hombres en los espacios de poder y decisión, en la lucha contra la violencia de género o la explotación sexual. Ahora la igualdad es un eje estratégico de la acción del Gobierno de España y tenemos al Estado tutelando los derechos de las mujeres con el Ministerio de Igualdad y leyes como la Integral contra la violencia de género o la de Igualdad (por cierto recurrida por el PP ante el tribunal constitucional que ha avalado las tesis de la Ley). todo ello no hubiera sido posible sin el trabajo pionero y el impulso del Gobierno Andaluz.
jueves, 25 de febrero de 2010
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