El pasado sábado tomamos posesión, por cierto en algunos casos con bastante ruido, todos los concejales de las nuevas corporaciones municipales. En momentos como los presentes de desprestigio extremo de la política y de reivindicación, especialmente del movimiento 15 M, de transparencia y representatividad de quienes nos dedicamos a la cosa pública, me parece oportuno reclamar respeto por los representantes públicos que sirven con dignidad al interés general. Sabemos que los políticos son como la gente a la que representan, por tanto entre ellos hay el mismo porcentaje de ineptos e indeseables que existen en el colectivo de camareros o ferrallistas, es verdad que a los políticos se nos debe exigir un plus de ética y sobre todo debemos estar dispuestos a dar cuenta siempre con absoluta transparencia de nuestro quehacer y los mecanismos de control que el sistema democrático establece deben ser respetados con escrupuloso rigor, incluso es deseable que se mejoren los controles y las formas de control, en eso deben estar pensando los partidos políticos.
Mientras escuchaba los insultos de los reunidos en la Plaza del Carmen que me impedían atender las intervenciones del Pleno de Constitución, no podía dejar de pensar que el interés e incluso la simpatía que había sentido por quienes empezaron a manifestarse pidiendo una democracia de más calidad, se había transformado en respeto por las críticas y escucha de aquellas propuestas que sin duda tendrán que ponerse en marcha para la profundización democrática y la transparencia de la vida pública, pero también en un rechazo a determinadas tesis que tienen en la violencia verbal sobre todo y en descalificaciones basadas más en el desconocimiento que en la realidad. En fin a estas alturas sobran exabruptos y faltan propuestas de mejora de la democracia que por supuesto exige la participación de la ciudadanía para ser considera como tal.
Iba transcurriendo el Pleno y pensaba yo que no tenía de que avergonzarme de todo mi trabajo público, he tenido distintas responsabilidades y las he asumido con entrega absoluta y honradez extrema, seguramente he cometido errores, pero nunca he abusado de mi posición. Por eso sentía el orgullo y la responsabilidad de asumir nuevos compromisos con Granada, con mi ciudad, con los granadinos y granadinas, los 31.736 que apoyaron con su voto al proyecto socialista y también con los que no nos han apoyado porque desde el ayuntamiento trabajaremos por el interés general de todos y cada uno de ellos y ellas.
Con humildad, pero también con una gran ambición el Grupo Municipal Socialista asume su compromiso con Granada y su gente ofreciendo un gran pacto por el empleo, a trabajar por la cohesión social y territorial haciéndolo desde el diálogo y la transparencia. Tenemos un proyecto político propio, distinto del PP, no somos la misma “cosa”, pero haremos una oposición leal, constructiva y vigilante que antepondrá los intereses de Granada a todo. Ahora “es la hora de los valientes” decía Paco Cuenca, es la hora de que sepamos aprovechar las oportunidades y de implicarnos todos y todas para conseguirlo.
jueves, 16 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
http://www.tv3.cat/videos/3541530/Eduardo-Galeano
Publicar un comentario