miércoles, 27 de julio de 2011

HONRAR A LAS VÍCTIMAS

Parece una pesadilla recurrente con la que de vez en cuando debemos enfrentarnos el que algunos y o algunas se atrevan por desconocimiento o interés a sustraernos parte de nuestro pasado. El desprecio por la historia me hace pensar en aquello de que si no la conocemos corremos el riesgo de repetirla.
El golpe militar del General Franco contra el Gobierno legítimo de la II República trajo a nuestro país una dictadura de cuarenta años, pero además una persecución de los vencidos en forma de asesinatos, violaciones, robos de niños y todas las formas de extorsión y persecución que se puedan imaginar. La equidistancia manifestada a través de qué en “ambos bandos” se cometieron tropelías no hace más que enmascarar una mentira profundamente injusta. Los crímenes del franquismo constituyen la crónica más negra de la historia de nuestro país hasta el punto de que algunos autores hablan del genocidio franquista.
Cuando se cumplen setenta y cinco años del golpe de estado del 36 es necesario hacer memoria frente a tanto olvido que denigra a las víctimas del franquismo y que nos arrebata con su memoria nuestra dignidad colectiva, no por revancha sino por justicia, no por remover nada sino por colocar a cada uno en su sitio, histórico al menos.
La aprobación de la Ley de Memoria Histórica de España el 31 de Octubre de 2007 supone un hito en nuestro país mediante el cual se reconocen y amplían derechos a las víctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura, y pretende su “rehabilitación moral y jurídica”. Aunque supuso un gran avance no satisfizo del todo las expectativas de las asociaciones y fue votada en contra por el PP, llegando incluso a decir Rajoy que la derogaría cuando llegara al gobierno.
A propósito del debate sobre la estatua de José Antonio Primo de Rivera en la Plaza de Bibataubín voy a reiterar lo que he defendido pública y privadamente: la exigencia de la retirada inmediata por parte del Ayuntamiento de ese monumento a la fealdad y a la barbarie fascista por razones estéticas, morales y de legalidad.
La Ley de Memoria Histórica establece que deben ser retirados los símbolos de exaltación de la dictadura.”La retirada no será de aplicación cuando concurran razones artísticas (…) protegidas por la Ley”. Ahora toca esperar a que se resuelva mediante sentencia y con las pruebas periciales correspondientes si se retira o no la repugnante figura.
A quienes representamos a la ciudadanía, y estamos en el primer nivel de las instituciones y el orden constitucional en el que se sustenta la democracia, nos corresponde exigir el cumplimiento de la ley y promover la justicia histórica honrando a las victimas , a todas las victimas, también a las ciento treinta mil de la represión franquista , cinco mil de ellas granadinas tal como ha publicado la Asociación de la Memoria Histórica de Granada y que hoy van a recibir un homenaje ciudadano en las tapias del cementerio donde tantas fueron fusiladas.

¿Y GRANADA, CÚANDO?

A propósito de la nominación de San Sebastián como “ciudad europea de la cultura” y las numerosas protestas porque se desestimara la designación de Córdoba, es inevitable pensar cómo es que una ciudad como la nuestra ni siquiera ha tenido opción hasta el momento. Conseguir el nombramiento es el reconocimiento de un trabajo, de un modelo, de una trayectoria, que siempre y en todos los casos se lidera desde los ayuntamientos de las ciudades participantes.
Me temo que además del Premio de Poesía desde el Ayuntamiento en materia de Cultura todo o casi todo es banalidad y fuegos fatuos, cuando no improvisación y jugar al despiste con el eterno juego de arrojar la responsabilidad de lo que falta a la Junta, sin la cual por cierto el panorama cultural de Granada sería un erial.
Granada según estudios de la Consejería de Turismo es la cuarta provincia en número de visitas de las provincias andaluzas y lo que más aprecian nuestros visitantes son nuestros valores culturales y en lo que peor puntuamos es en información, por ello es urgente plantearse una estrategia global que fije a nuestro destino el turismo cultural que es exigente y de calidad, y que podría beneficiar a Granada no sólo desde el punto de vista económico, sino también mejorando la vida de quienes en ella vivimos.
Además de la falta de criterio y de planificación en la programación cultural es necesario plantearse un proyecto de “ciudad cultural“porque nuestro patrimonio nos lo permite y estamos en condiciones optimas de poder optar a ese modelo, para ello hay que abandonar las veleidades y desde el Ayuntamiento preocuparse de fomentar la relación de la Alhambra con la ciudad, cuidar y proteger el Albaicín, cualificar el centro histórico. Está durmiendo el sueño de los justos la propuesta de último gobierno municipal socialista de pedir la ampliación de Declaración de Patrimonio Mundial a la Granada Barroca y Renacentista, desde entonces tenemos amenazada la de la Alhambra y el Albaicín por el abandono de este último. Urge por tanto en vez de confrontar con la Junta ponerse de acuerdo para proteger nuestro patrimonio histórico y cultural, mientras tanto es necesario limpiar nuestras calles de pintadas, recuperar las viviendas vacías y trabajar con el comercio para seguir manteniendo vivo nuestra ciudad y que no se convierta en un mero escenario.
Es igualmente importante definir y planificar los usos de edificios y monumentos y trabajar en coordinación con todas las administraciones para convertir el Convento de la Merced en el Museo de Granada.
Claro que además debemos seguir apostando por el Teatro de la ópera y el Centro Lorca, pero sobre todo hay que apoyar a creadores y artistas para que la cultura viva de Granada tenga todo el apoyo institucional que necesita.
La cultura no es entretenimiento, es un derecho constitucional, en nuestro caso, además, es una seña de identidad y un eje de nuestro desarrollo. Es evidente que la falta de criterio y ambición de la política cultural del PP en el ayuntamiento no está a la altura de las necesidades de Granada.

AL PP NO LE GUSTA EL ROCK

Cualquier ciudad que tuviera en su haber un festival de música con una trayectoria de treinta años se cuidaría mucho de mantenerlo e incluso de reforzarlo como un elemento más, uno de los más importantes, de su identidad cultural. En una ciudad como la nuestra que se sabe ciudad de la cultura es absolutamente exigible que el ayuntamiento conserve, cuide y apoye al Festival de Rock del Zaidín. Aún más, sería a todas luces imprescindible que lo convirtiera en un eje central de la programación cultural de Granada, no sólo apoyando a la organización que es un ejemplo en manos de la Asociación de Vecinos del Zaidín.
Además debía reforzar lo que siempre ha tenido de plataforma de lanzamiento de numerosos grupos locales muchos de los cuales han tenido y tienen proyección más allá de nuestra ciudad e incluso forman parte de lo mejor del panorama de la música popular actual de nuestro país. Si desde el ayuntamiento se valorara la importancia que estos creadores tienen tanto desde el punto de vista artístico como económico, al Festival de Rock del Zaidín se le consignaría mucho más presupuesto, se ampliaría su programación y se trabajaría para facilitar y mejorar lo que siempre ha tenido de escaparate para la promoción de los grupos locales.
Me temo que la falta de criterio en materia de cultura del Ayuntamiento es la causa de que el en los ocho años de gobierno del PP en el Ayuntamiento se haya reducido el presupuesto hasta un setenta por ciento y que cada año sea una odisea decidir la ubicación de los conciertos, lo que lógicamente entorpece la programación y la difusión del Festival.
Esto se explica no sólo por la torpeza de unos gobernantes que no saben ni respetar lo que ya les viene dado, si no porque no acaban de entender que la música rock y otras que hacen los muchos grupos independientes que crean en Granada es cultura, cultura popular que va más allá de las carocas, las sevillanas y los sermones de Semana Santa.
Por eso es importante que su ayuntamiento si no les ayuda al menos no los demonice impidiendo que trabajen, ensayen o actúen en los diferentes espacios de la ciudad, que exista una marca que refuerce la identidad de Granada en la creación musical, que se promueva el Festival del Zaidín, que se cuente con los músicos, que se facilite la difusión de sus trabajos, que se considere en definitiva que hacen cultura. De hecho muchos grupos de Granada organizaron hace unos meses un macroconcierto para denunciar la falta de apoyo de algunas instituciones y ahora se han constituido en Asociación con el nombre de “Granada en Off” y con el lema de: “la música es cultura, no es delito”.
A pesar de las grandilocuentes manifestaciones del Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada su gestión es ramplona y cateta. Un día sí y otro también tenemos la desgracia de comprobarlo.

EL MEJOR ZAPATERO

“EL MEJOR ZAPATERO”

Escribo estas palabras desde el Congreso de los Diputados donde asisto al debate del Estado de la Nación. No les voy a negar que en las filas socialistas se percibe emoción y agradecimiento a Zapatero por todo lo realizado y por ser éste su último debate de política general como Presidente del Gobierno. Seguramente ha sido uno de los dirigentes políticos más querido y apoyado y, a la vez, más denostado en apenas unos años, pero lo que nadie le podrá negar es su convencimiento en unos valores que ha defendido siempre a capa y espada por encima de sus conveniencias políticas o personales. Mientras le escuchaba defender con ahínco las reformas económicas para sacar a España de la crisis recordé unas palabras recientes de Felipe González diciendo que éste de ahora era “el mejor Zapatero”, a propósito de su acuerdo con los ajustes económicos que se estaban haciendo para conseguir cambiar nuestro modelo productivo. La situación de crisis económica está suponiendo un gran desgaste para todos los gobiernos y también ha sido causa de la derrota electoral reciente del PSOE en las elecciones locales y autonómicas. De que las reformas sean adecuadas depende nuestro futuro, no sólo nuestro presente, es verdad que existe presión de los mercados pero en el caso del gobierno socialista las medidas impulsadas no obedecen sólo a eludir las amenazas y a cumplir los compromisos con Europa. Siempre hemos defendido como imprescindible mantener la cohesión social y sobre todo producir cambios estructurales en nuestra economía para hacerla más innovadora, productiva y por tanto competitiva.”Reformas sí, pero no a costa de recortes sociales”. Por eso el 58% del gasto público es gasto social, la tasa de cobertura por desempleo es del 70% y se han incrementado las pensiones mínimas y las becas considerablemente.
El tiempo dará la razón, o no, a la efectividad de las propuestas , el presidente ha resumido lo hecho hasta ahora y aunque ha reconocido las cifras insoportables de desempleo, también ha puesto sobre la mesa los primeros atisbos positivos, crecemos poco pero crecemos ,empieza a aumentar la demanda interna y el consumo y sobre todo van muy bien el sector exterior y el turismo. Ha reclamado gobernanza económica internacional lamentando no tener un gobierno económico de la Unión Europea y defendiendo el trabajo realizado en el G-20.
De todas formas creo que el tiempo si le hará justicia al Zapatero, ese sí el mejor para mí, de los derechos civiles: de la Ley contra la Violencia de Género, de la Ley para la Igualdad efectiva entre Mujeres y Hombres, del matrimonio entre personas del mismo sexo, de la reforma de la Ley del Aborto, de la Ley de Dependencia, de la mejora de los permisos de maternidad y paternidad, de la conciliación entre la vida personal y laboral…
Hoy se mostraba partidario de respetar las opiniones aunque no se compartan y convencido de la obligación de la política de dar respuesta a las necesidades e inquietudes ciudadanas y, por eso, de hacer reformas democráticas…

jueves, 21 de julio de 2011

COSA DE HOMBRES

Cuando Sebastián Pérez dice: “Me hubiera costado más ganarle las elecciones a Francisco Alvarez de la Chica”, pueden deducirse al menos dos cosas igual de llamativas, por un lado confunde el Partido Popular con su propia persona, apropiándose de un triunfo, que en cualquier caso es colectivo, y por otro, que tras el supuesto elogio al anterior secretario general del PSOE se esconde un menosprecio a Teresa Jiménez como oponente política, aún sin nombrarla. Al leer esto no pude dejar de pensar que para el presidente del PP la política es “cosa de hombres” como aquel brandy “Soberano” que se anunciaba en mi niñez. Es lo que tiene el machismo que de tan asentado que lo tenemos en nuestros pensamientos y actitudes pues pasa lo que pasa que sin darte cuenta aparece unas veces como paternalismo, otras en forma de ninguneo a las mujeres y hasta como misoginia manifiesta.
Me pregunto si ha tratado de decir “galantemente” que haber ganado al PSOE, siendo su máxima responsable una mujer, tiene menos mérito, en un ejercicio de paternalismo significativo, o invocando al anterior secretario general la intenta ningunear ignorándola. Lo que es seguro es que evidencia algo estructural en el patriarcado que la política es al fin al cabo un “pacto entre caballeros”, porque sin hacer grandes análisis lo que parece es que a él le hubiera gustado medirse con un hombre. Por otra parte no deja de ser ridículo al mostrar una cierta frustración como si su victoria hubiera sido menor por tenérselas que ver con una mujer, ya que según dice le ha costado menos trabajo.
Deslices verbales como éste del Sr Pérez, y también la elección como titular por parte de quién le hizo la entrevista, no hacen más que mostrar las resistencias que todavía existen para asumir con normalidad la presencia de las mujeres en la política, así como en otros ámbitos de poder.
La lucha de más de trescientos años de las mujeres ha supuesto grandes logros como los cambios normativos y avances en los espacios de la vida pública en todo el mundo. Sin las luchas feministas las mujeres no habríamos alcanzado los niveles de representación que ahora tenemos. La desigualdad entre mujeres y hombres supone la anomalía democrática. Corregirla no es sólo un requerimiento ético, es sobre todo una cuestión de eficiencia económica y social.
Los organismos internacionales y los gobiernos han ido adoptando mecanismos y poniendo en marcha instrumentos para cambiar los usos y costumbres que impedían a las mujeres el ejercicio de su plena ciudadanía. Ya sabemos que el PP nunca ha creído ni en las acciones positivas ni en las leyes de igualdad, por eso las ha recurrido al Tribunal Constitucional, pero la ciudadanía sabe que sin esas leyes a las que siempre se oponen no estarían dónde están Cospedal, Sáenz de Santamaría o Rudi, me pregunto si en ellas también ve Pérez “relajación, imprevisión e inexperiencia”… como son mujeres.